Cinco errores de comunicación entre padres e hijos
Papás, comunicarse con sus hijos puede convertirse en una dura batalla de todos los días, que los aleja cada vez más de expresar sus afectos y desarrollar los modelos de educación, sobre todo si son adolescentes; parecen extraños dentro de hogar.
Esto hace que muchos padres se sientan frustrados y estresados al no poder comunicarse con sus hijos, lo que produce reacciones de todo tipo.
Pero la solución no pasa de los actos conductuales impuestos por los padres: enfados, impotencia e imponer con autoridad castigos y limitaciones para obligar a los hijos a contarles sus cosas y lograr conocer lo que ellos desean mostrarnos para calmarnos.
Es necesario aprender a comunicarse con ellos. Para ello, es importante empezar evitando varios errores de comunicación muy habituales que entorpecen la relación y el acercamiento, y que hacen que los hijos cierren su canal ante sus padres.
Estos los errores más comunes de comunicación que nos distancias de nuestros hijos:
- Juzgar sin conocer la versión del adolescente.
Recordemos que los juicios son valoraciones (opiniones) que hacemos de algún evento, situación, persona o cosa. Los juicios son fundados si se pueden recopilar información para demostrar su validez y no fundados si carece de bases y es solo una percepción.
Imponer los juicios crea distancia.
Es fácil juzgar o prejuzgar una actitud o acción de los adolescentes y considerar que lo que hemos oído es cierto y reprenderlo o mostrar desaprobación. Pero hacerlo sin darle la oportunidad a nuestro hijo de explicarse, sólo lo aislará más y hará más difícil que nos escuche.
Es fundamental conocer su versión y, mucho más aún, dejarlo que se exprese, que libere sus emociones y la posible ira que la situación haya generado. Esto nos permitirá ayudarle a enfocar la situación de otra manera, pero sin imponerse con frases del tipo conductuales y de autoridad “tú tienes que hacer…” o “tú tendrías que haber…”, sustituyéndolas por otras más conciliadoras y cognitivas, como “me pregunto qué hubiera ocurrido si en vez de haber hecho esto hubieras hecho lo otro”, o “puede que hablar con… sobre… pueda facilitar las cosas”, por ejemplo es una muestra del liderazgo transformacional que él está esperando.
2. Invalidar los sentimientos del adolescente y sus ideas.
La falta de inteligencia emocional para manejar los conflictos y negociación hacen imposible desarrollar la empatía que se requiere para entender las emociones de los adolescentes en la comunicación y el estilo de relacionamiento que se debe de dar.
Los adolescentes son, por lo general muy dramáticos, y muchas veces sus respuestas emocionales no tienen sentido para los adultos. Comentarios como «no deberías estar tan molesto», o «no tiene sentido que te enfades por esa tontería» sólo hacen que los hijoseviten compartir sus sentimientos con sus padres. Es fundamental acercarse a su postura y validar sus sentimientos, escucharlos y empatizar con ellos para poder ayudarlos a superar lo que les pase. Los que sufren son ellos, así que, lo entendamos o no, hay que comprenderlos.
3. Desconocer que existen canales diferentes de comunicación.
Con la ayuda de la neurociencia y la programación neurolingüística PNL, los coach aplican y ayudan a definir los tres canales de aprendizaje, representación y comunicación de las personas, el modelo VAK (Visual, Auditivo, Kinestésico): cada persona aunque trabaja con los tres canales tiene uno dominante que se manifiesta cuando se encuentra en zona de confort, el segundo canal donde se traslada temporalmente cuando se sale de su zona de confort y un tercero que no desarrolla o no madura normalmente durante toda la vida.
Calibración de los canales de comunicación
Es el diagnóstico y definición de los canales de comunicación de cada persona y el desarrollo de habilidades para buscar el canal común entre dos personas.
Los padres podrían mejorar la comunicación con su hijo si usan el canal de percepción del adolescente mediante el uso adecuado de las palabras de sus dos primeros canales. Un canal auditivo no se comunica con un visual o con un kinestésico en forma adecuada y las otras combinaciones posibles diferentes a usar el mismo canal.
Encuentra un Coach de vida para que te ayude a definir los canales de cada uno y los calibre. Ver Sesión Canal de Comunicación
4. Desconocer que en el hogar debe darse la convivencia generacional.
La convivencia de las diferentes generaciones en un mismo hogar y sus características con grandes cambios comportamentales han dado como resultados la perdida de comunicación, la creación de conflictos de valores, principios, propósitos y proyectos de vida.
Hoy en día tenemos la convivencia de la Generación “Z “, los nacidos entre 1995 – 2010; la Generación “Y” o los Millennials los nacidos entre 1980 – 1995; la Generación “X” los nacidos entre 1966 – 1980, los Baby Boomers los nacidos entre 1945 -1965; los tradicionales los nacidos antes de 1945. Cada generación difiere enormemente de la siguiente y muchos más entre más distantes las generaciones.
Padre de familia, busque a un profesional para que le ayude a entender las características de la generación de su familia y adquiera herramientas para que construya puentes generacionales y mejore la comunicación de su hogar.
5. No apoyar las grandes ideas de nuestros hijos.
Los adolescentes a menudo tienen grandes ideas, aunque por lo general no son muy realistas, o al menos eso le parece a los padres. Aunque es importante evitar alentar a los hijos a vivir en un mundo de fantasía, hay algunas cosas que se pueden hacer para apoyar las grandes ideas de los hijos. Sentir curiosidad por lo que dicen es una de ellas. Preguntando sobre ello estimulamos la reflexión y entramos a formar parte de su mundo.
Una pista para intentar comprenderlo mejor y solucionarlo: Ponte en el lugar de tu hijo y rememora la relación con tus padres cuando tenías su edad.
Coach John Alzate