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Por qué enferman nuestros niños y mascotas

¿Por qué enferman nuestros niños y mascotas?

“Nuestra comunicación emocional e instintiva con ellos”

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La comunicación de los niños con sus padres y su entorno desde su estadía en el útero y la primera infancia, es la mayor parte del tiempo inconsciente o instintiva (irracional) y emocional; de esta forma llenan sus necesidades básicas o buscan el equilibrio de ellas

Estas necesidades básicas afectan a humanos y animales; en total son 7 miedos irracionales que están relacionados con estas necesidades básicas, que de no equilibrarse, se manifestarán como síntomas o  enfermedades:

  • Miedo a no nutrir o no nutrirme (real y simbólica en los humanos): afecta los órganos de supervivencia y sistema digestivo.
  • A no defender el territorio o invasión /perdida de territorio: Afecta órganos urinarios (líquidos), arterias coronarias, riñones y corazón.
  • A no reproducirme: afecta órganos de reproducción y adicional, en las mujeres las glándulas mamarias.
  • A la desvalorización: afecta órganos como la columna vertebral, huesos, músculos, etc.
  • A no poder comunicarme: afecta órganos de la garganta, voz, pulmones, odios, ojos, piel, etc.
  • A no tener o perder la Identidad: afecta la piel en el rostro, caída de cabello, problemas de piel, cadera y glúteos y
  • Miedo a no pertenecer: afecta la piel, riñones, sistema respiratorio, problemas de sobrepeso, columna vertebral, sistema óseo, etc.

Mientras estas necesidades no estén satisfechas estaremos peligrosamente desequilibrados y con comportamientos inestables y aunque no nos damos cuenta conscientemente, los niños y nuestras mascotas, lo perciben, NO LOS PODEMOS ENGAÑAR, ellos leen perfectamente los gestos, el lenguaje verbal y no verbal, y la química del cuerpo.

 

¿Qué sucede cuando los adultos, no están bien y lo manifiestan instintivamente?

La respuesta es clara, dejarán de ser un adecuado líder en su hogar, en el caso de los niños , o de la manada  en caso de las mascotas. Tanto niños como mascotas, reaccionarán con respuestas directas y en muchas ocasiones con comportamientos negativos o con manifestaciones de enfermedad en el organismo, resultado de vivir uno o varios de los 7 miedos de supervivencia arriba mencionados; ellos se convierten en señales de alarma que nos avisan que debemos recuperar y equilibrar nuestros instintos y emociones y buscar la sintonía con nuestro entorno.

Los menores de edad (niños) y las mascotas se convierten en guías, en indicadores, en señales de alarmas de cómo están emocionalmente las personas alrededor, ellos son el espejo, son el síntoma. La raíz del problema está en los adultos.

Los niños y los animales leen perfectamente el lenguaje del cuerpo en las personas, en otros animales de su misma o diferente especie, al igual que censan a la perfección su nivel de energía ya que de ello depende su supervivencia.

Imagina que todo nuestro desequilibrio emocional, que es energía, habita en el entorno que compartimos con los niños o mascotas, minutos, horas, días, meses y años. Imagina todo el estrés que les transmitimos.

Las personas que apabullan con su intelecto o con su EGO, que producen miedo con su mirada calculadora, que intimidan, llevan a sus hijos y/o mascotas a transformase y a vibrar en el miedo y la agresividad como si fueran un espejo.  De igual modo personas tristes, depresivas, pesimistas, transmiten esas emociones a su entorno.

Cuando se presentan estos escenarios de agresividad, miedo o enfermedad en niños y/o mascotas, tendemos a creer que el problema está en ellos mismos. No tomamos conciencia que es nuestro propio comportamiento el que se ve reflejado en ellos y retiramos la mirada del problema raíz: “nosotros mismos”. Se atacan los síntomas sin entender que quienes debemos sanar somos nosotros mismos; debemos recobrar nuestro equilibrio emocional, se debe sanar. Por  ello con quien yo trabajo en estos casos es con los adultos.

 
Hablemos un poco más de nuestras emociones en nuestras mascotas:

La naturaleza instintiva de seres humanos y animales se enfrenta a las amenazas de cuatro modos distintos:

  • Con la lucha,
  • la huida,
  • la parálisis y
  • la sumisión.

Muchas mascotas tienen un tiempo de lucha, luego de huida y luego evitativo. Viven bajo la presión de las elevadas expectativas y el control de sus dueños; viven con amos controladores y territoriales lo que las lleva a sentir invadido su territorio a tal punto que pueden desarrollar problemas urinarios como la cistitis.

La humanización hace parte del cerebro racional del hombre, los animales carecen del cerebro racional, no podrán ser racionalizados ni humanizados. Cada vez que tratas de humanizar a tus mascotas o te conectas con ellas como si fueran tus hijos, tu pareja, tu amigo, padre etc. (todos simbólicos), estás proyectando en ellos expectativas ilusorias que solo les provocará estrés y conflicto de supervivencia desencadenando síntomas o enfermedades. Les quitamos su esencia como seres vivientes. Es como pretender, si tuvieses un perro, que él te obligara a comportarte como un perro, ¿Cómo te sentirías?

Las mascotas buscan un sistema naturalmente ordenado y de confianza. Si sus amos proyectan en ellos sus emociones, afectos e intimidad al carecer de relaciones humanas equilibradas, este orden se rompe,  por tanto injusta e inconscientemente te convertirás muy probablemente, en la causa de su mal comportamiento y posiblemente de su enfermedad.

Ahora, si le estás dando continuamente un trato humanizado a tus mascotas es probable que hayas vivido una infancia en la que te faltó ser maternado (no se suplieron adecuadamente las necesidades de alimentación, protección, seguridad, unión y amor incondicional), por tanto tu inconsciente buscará llenar ese vacío con tus mascotas.

¡El estrés mental y las necesidades psicológicas no resueltas de los padres o dueños de mascotas, se proyectan injustamente en ellos y pueden enfermarlos o desequilibrarlos!

Antes de tener una mascota, piensa ¿por qué la quieres tener? ¿Qué quieres llenar con ella? ¿Qué quieres proyectar en ella?

Si deseas tener una mascota sana, equilibra tu vida primero, equilibra tus necesidades y emociones. Para ello te invito a que juntos revisemos el estado de las 7 necesidades de supervivencia en tu vida y los programas incompletos que traes desde tu primera infancia y mejora la salud y calidad de vida de tu mascota.

Y si ya tienes una mascota y está presentando algún síntoma de desequilibro en su comportamiento o salud, te invito a que juntos revisemos su entorno emocional y entiendas qué conflicto de supervivencia estás llevando o viviendo inconscientemente y en silencio, corrígelo para que tus mascotas recuperen su equilibrio y salud.

Una mascota no debe llegar a tu vida para llenar ningún vacío o carencia. Debe llegar para compartir tu salud y bienestar. Eso es lo justo.

Si deseas leer mas información, te dejo aquí mi blog : Tus Conflictos personales pueden enfermar a tus mascotas

Estos blogs pretende hacer que se tome consciencia de cómo nuestras emociones pueden afectar a nuestras mascotas  y de que si aprendemos a gestionarlas, nuestra salud  y la de nuestras mascotas mejorará.

Te invito a la sesión individual de Biodescodificación y Bioreprogramación que he diseñado con base en estas reflexiones y que he llamado Mis Emociones EN mi Mascota, para ayudarte a encontrar las emociones que hay en ti, que pueden estar afectando la salud de tu mascota.

Si deseas información de la sesión, aquí puedes escribirme:

 

Tus conflictos personales pueden enfermar a tu Mascota

Tus conflictos personales pueden enfermar a tu mascota.

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Tu mascota puede ser un hijo simbólico en tu inconsciente

La ciencia  ha confirmado que las mascotas sienten emociones y tienen efectos benéficos sobre sus dueños y viceversa, también las mascotas pueden recibir beneficios o estrés y ansiedad que los pueden enfermar.

Las emociones negativas o positivas de los amos pueden afectar la calidad de vida de sus mascotas.

«Antes, los científicos se referían a los animales como máquinas de reflejos que solo reaccionaban a los estímulos de su entorno. Hoy sabemos que su cerebro es parecido al nuestro en sus estructuras internas, pero en la mayoría de los casos es mucho más pequeño. Por eso, las emociones y los sentimientos son frecuentes en el reino animal, aunque existe una gran diferencia entre nosotros y ellos», explicó el doctor Vilmos Csanyi, miembro de la Academia Húngara de Ciencias.»   

El autor de 24 libros sobre comportamiento animal y más de 200 trabajos publicados explicó: «Cuando un animal le tiene miedo a algo, tiene una sensación real. Si un ser humano siente lo mismo, elabora esa sensación y la transforma en una estructura grande y compleja (como la idea del mal) que le produce ansiedad. Los animales tienen una imaginación muy limitada, pero tienen emociones. Las mascotas piensan en imágenes; nosotros lo hacemos en imágenes e ideas. Esa es la gran diferencia».

Los animales de compañía ocupan un lugar muy importante dentro del núcleo familiar. Ellos son incondicionales, amorosos y leales, y, en muchas ocasiones, llenan espacios de soledad, lo que hace que se genere un vínculo especial entre amos y mascotas.

Esta relación, además, se fortalece por la empatía. Este es un sentimiento que surge en nosotros cuando vemos a alguien con un sufrimiento físico o emocional profundo, sentimos que algo en nuestro interior hace clic y comenzamos a compartir su dolor.

Pero no es exclusivo de los humanos: los animales experimentan lo mismo. Seguramente te ha pasado que cuando estás contento, tu mascota suele estarlo también, y si te sientes triste, él se acerca a ti a maullarte o ladrarte, como si intentara animarte.

Debido a lo anterior, es común tener en consulta a mascotas con cáncer o hipotiroidismo y ver que ‘casualmente’ su dueño sufre de la misma enfermedad.

Que un animal tenga el mismo padecimiento físico o mental de su cuidador está relacionado con algo llamado ‘órgano externo de somatización’, es decir, la parte del cuerpo que absorbe como una esponja las emociones negativas o positivas de la familia y las somatiza. Esto puede dar origen a cambios de comportamiento, signos de ansiedad, vómito, diarrea y rascado, e inclusive, puede ocasionar afecciones similares o iguales a las de las personas a su alrededor.

Para el inconsciente un hijo real o un hijo simbólico es igual:  algunos tiene un trabajo, una empresa, un sobrino, un amigo, un auto, algo que quieren simbólicamente como un hijo, así también son las mascotas para muchas personas, son hijos simbólicos y ocupan un lugar en su sistema familiar y social muy importante, y los sienten, los tratan como si fueran humanos, les hablan, los cuidan como un hijo real, muchos duermen con ellos y se convierten en sus centros de vidas, muchos se enloquecen si enferman sus mascotas, o se  extravían y es un verdadero duelo si llegan a fallecer. Es aquí donde entra la biodescoficación emocional al inconsciente de las personas a sanar conflictos detonantes,  conflictos programantes y conflictos desencadenantes generados por los hijos simbólicos.

La Biodescoficación como herramienta para sanar las emociones

Básicamente, somatizar es convertir los trastornos psíquicos en síntomas físicos.

Según la biodescoficación, toda enfermedad tiene un origen emocional. Si cada vez que nos enfermáramos pudiéramos identificar qué fue lo que la desencadenó (disgusto, tristeza, etc.), sería más fácil sanar.

Los animales no son conscientes de eso, pero sí son susceptibles a nuestros cambios de humor, y cuando esto sucede por períodos prolongados, pueden empezar a sufrir de la misma enfermedad que nosotros padecemos. Por esta razón, es importante  tener en cuenta el contexto en el que vive, ya que a veces es ahí donde está la respuesta a la enfermedad.  Se evalúa a la mascota en su ambiente, ver dónde duerme, dónde come, si es adecuado o no, y así conocer un poco más sobre las personas con las que convive.

La mascota es el síntoma de su entorno

Los hijos reales hasta los 7 años están como esponjas absorbiendo todas las experiencias vividas en su sistema de crecimiento como mandatos de seguridad y cómo se pertenece al sistema familiar, lo que significa el placer, el poder, el control, la libertad, la exploración, el reconocimiento, etc. todos estos códigos reptilianos y códigos emocionales serán el guion mental que le guiará en forma automática los comportamientos de adulto. Se dice que la mascota es el síntoma, así como los niños son el síntoma del entorno donde habitan con estos códigos; las mascotas son como niños para sus dueños. En la biodescodificación, los hijos menores de edad,  al ser los niños del sistema, se trabaja con los padres, así es también con los hijos simbólicos, así es con las mascotas, se trabaja con sus dueños o amos. Los hijos reales o simbólicos son el síntoma y los padres son la raíz o la fuente del conflicto, al sanar a los padres los hijos sanan también.

A los animales les afectan nuestros sentimientos, estados emocionales y de ánimo

Un entorno familiar puede albergar emociones negativas entre sus integrantes, angustia, temor, ansiedad o agresividad, dando como resultado una atmósfera de tensiones y estrés diario.

La mayoría de los perros y gatos forman una conexión emocional fuerte con las personas de las que dependen.

Los animales tienen una gran habilidad de leer nuestras emociones y se afectan por nuestros sentimientos, estados emocionales y de ánimo.

De hecho, la mayoría de los perros y gatos forman una conexión emocional fuerte con las personas de las que dependen para comer, de las depende su refugio y su afecto. Es por eso que de inmediato se sintonizan con nuestras señales emocionales.

El olfato es uno de los sentidos más agudos en los perros y gatos con el que pueden detectar químicos que podemos emitir cuando estamos molestos. Les deja saber que algo no está bien aunque no entiendan por qué.

Por ejemplo, si emites algún nivel de miedo, pueden interpretar que hay algo a que temerle, pero no saben a qué. Podemos asociarlo a cuando éramos pequeños y sabíamos que nuestros padres estaban molestos. No sabíamos por qué, pero por si acaso, andábamos con mucho cuidado.

Las discusiones frecuentes son especialmente estresantes para los animales, quienes podrían reaccionar demostrando irritabilidad o miedo.

Las tensiones emocionales pueden desencadenar problemas de  comportamiento, como pueden ser el aumento en agresividad, destrucción o inquietud extrema.

También podría impactar el sistema nervioso y contribuir a agravar condiciones ya presentes como irritación de la piel, oídos, vejiga y otros.

Muchas veces, la ansiedad que le transmitimos a nuestras mascotas viene por la misma preocupación que tenemos sobre su salud, por ejemplo, cuando observamos que algo no está bien, ya sea un cambio en comportamiento o un síntoma físico. Esta situación es muy común cuando sale un tumor o cáncer, nos sentimos bajo gran presión queriendo remover de inmediato las masas, como si cada minuto fuera crítico.

Por eso es importante mantener la calma, ser pacientes y consistentes con el tratamiento escogido. En la medicina natural se cree que antes del mejoramiento viene una crisis o epicrisis, por lo que aun si pensamos que no está funcionando, se debe darle una oportunidad.

El perro se comporta como su amo, y esto no es casualidad. También llama la atención que existen personas que han tenido varios perros a lo largo de su vida y todos han sufrido de la misma enfermedad. Se han reportado casos en los cuales los animales se rascan o vomitan cuando en casa hay peleas entre sus dueños, o casos de riñas entre gatos cuando sus dueños discuten.

Cuando el ambiente está muy cargado de emociones negativas, algún integrante se convierte en una «válvula de escape» y viene la enfermedad o el síntoma (diarrea, vómito, entre otros), muchas veces sin una explicación médica (bacteria, virus).

El Dr. José Tomás Zeberio, creador de la antropología energética, explica cómo se afecta el ‘órgano externo de somatización’. En primer lugar, existen partículas positivas y negativas que provienen de los pensamientos y palabras emitidas diariamente por los seres humanos. Estas permanecen suspendidas en el ambiente, y aunque no se pueden ver, sí se sienten; por eso, muchas veces algunos lugares nos producen incomodidad o rechazo, y decimos que tienen ‘mala vibra’ porque están cargados con esas partículas.

Trabajar con la biodescoficación de  las emociones de las personas del entorno de la mascota puede ayudar rápidamente en su recuperación  física y emocional.

Cabe aclarar en este punto, que esta no es la única razón por la que los animales se enferman; simplemente debemos tenerla en cuenta para que seamos conscientes de que nuestras actitudes diarias pueden llegar a afectar negativa o positivamente a nuestros animales y que estas son clave para su recuperación. No nos convirtamos en un obstáculo para ello.

Más información en mi blog Por qué enferman nuestros niños y mascotas.


NOTA: 03 de mayo de 2020.

Este blog pretende hacer que se tome consciencia de cómo nuestras emociones pueden afectar a nuestras mascotas  y de que si aprendemos a gestionarlas, nuestra salud  y la de nuestras mascotas mejorará.

Te invito a la sesión individual de Biodescodificación y Bioreprogramación que he diseñado con base en este blog y que he llamado Mis Emociones EN mi Mascota, para ayudarte a encontrar las emociones que hay en ti, que pueden estar afectando la salud de tu mascota.

Si deseas información de la sesión, aquí puedes escribirme:


Fuentes:

Ciencia confirma que las mascotas sienten emociones y tienen efectos benéficos sobre sus dueños. Por FABIOLA CZUBAJ. LA NACIÓN (ARGENTINA). GDA   EL TIEMPO.  13 de marzo de 2017, 05:00 am.

Las emociones que enferman a las mascotas. Por Mónica Ferrer / Especial El Nuevo Día. Viernes, 7 de abril de 2017 – 7:30 AM

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